El clima en El Salvador para el año 2024 ha estado marcado por cambios importantes en los patrones de lluvia. Durante agosto, el país experimentó un 9.4% más precipitaciones que el promedio histórico, acumulando 343 mm frente a los 313.6 mm esperados. Junio fue el mes más lluvioso con un 115.2% más que lo habitual. Este comportamiento anómalo se explica en parte por la transición del fenómeno de El Niño hacia La Niña, la cual se espera que se desarrolle a finales de 2024 y perdure hasta el primer trimestre de 2025.
Tradicionalmente, este fenómeno genera lluvias más abundantes, lo que puede afectar sectores clave como la agricultura, la infraestructura y el comercio. Las empresas que dependen de la logística y el transporte deben estar preparadas para posibles inundaciones y deslizamientos de tierra, mientras que aquellas que operan en sectores vulnerables, como la
agricultura, deben considerar planes de contingencia para mitigar daños.
Recomendaciones para las Empresas
Dado el incremento en las lluvias y el riesgo de tormentas más severas, es crucial que las empresas implementen estrategias de mitigación, como asegurar el suministro de materiales, planificar rutas de transporte alternativas, y revisar las infraestructuras para evitar daños por inundaciones. También es recomendable contar con un sistema de monitoreo climático y estar atentos a las actualizaciones del Ministerio de Medio Ambiente (MARN) y la NOAA para tomar decisiones informadas.
En resumen, aunque La Niña para 2024 se espera como un evento débil, su impacto en sectores clave de la economía salvadoreña puede ser significativo. Las empresas deben anticiparse a estos cambios y adoptar estrategias que les permitan continuar operando con eficiencia en un clima cada vez más impredecible.
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