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Transformación Social en El Salvador: Programa de la Universidad Internacional Nehemías

En exclusivo para la AHK El Salvador, tuvimos el honor de entrevistar a Ronaldo Hernández y Christine Schmalenbach quienes están liderando el proyecto de la Universidad Internacional Nehemías en El Salvador.


¿Desde cuándo están en El Salvador?


Ronaldo Hernández: Abrimos en enero de 2015, aunque la planeación empezó mucho antes.

Christine Schmalenbach: Yo empecé a colaborar con Asociación Centro Nehemías en 2018. Desde el 2019 trabajo aquí como cooperante y asesora para el desarrollo de conceptos pedagógicos y didácticos.


¿Por qué Ilopango?


Ronaldo Hernández: En una ocasión le preguntaron a John Dillinger ¿Por qué robas bancos? y su respuesta fue “Porque ahí esta el dinero”. En Ilopango hay muchas necesidades y queríamos estar en un lugar donde pudiéramos impactar el entorno. Además encontramos unas instalaciones con las condiciones idóneas para procesos de enseñanza como son: lejanía del bullicio de la cuidad, seguridad relativa, contacto con la naturaleza, habitaciones suficientes para albergar a los estudiantes, accesibilidad, cercanía a servicios de salud, etc.

¿Cómo se llama el proyecto?


Ronaldo Hernández: Nuestra razón social es Asociación Centro Nehemías (ACN) y nuestro programa principal es Universidad Internacional Nehemías.

¿Cuál es su propósito?


Ronaldo Hernández: NIU (Nehemiah International University) es el programa central de Nehemiah International, una ONG que se fundó en el USA y en El Salvador como Asociación Centro Nehemías. Además de la universidad, Nehemiah International tiene otros programas con el objetivo de abordar los desafíos de la pobreza de diversas formas ayudando a las personas a transformar sus vidas y sus comunidades desde dentro. Desde su fundación, a Nehemiah International se han sumado profesionales de diferentes países por el sueño de transformación social en El Salvador.


¿Cuál programa es el más importante para usted?


Ronaldo Hernández: Debido a nuestra visión holística sobre el abordaje de la pobreza cada programa se vuelve importante, sin embargo, el programa original es el de Universidad Internacional Nehemías que consiste en brindar educación superior a jóvenes en situación de alto riesgo social, con la modalidad de los Estados Unidos, de vivir en el campus universitario durante los cuatro años que duran los estudios.

Christine Schmalenbach: Desde el 2018 también estamos desarrollando programas pedagógicos en cooperación con escuelas públicas en Ilopango y Soyapango. El programa principal en este ámbito hasta ahora es el LIFE (Líderes Inspirando Futuro y Éxito), en el que nuestros estudiantes universitarios desarrollan talleres sobre emprendedurismo, planificación de proyectos y trabajo en equipo en aulas de 8º y 9º grado. Así nuestros estudiantes practícan lo que han aprendido sobre liderazgo y trabajo en equipo y a la vez lo usan para apoyar a otros jóvenes en su desarrollo.

¿Cuál ha sido su experiencia más enriquecedora en el tiempo que lleva de estar acá en el país?


Ronaldo Hernández: Muchas de nuestras experiencias más enriquecedoras no son tangibles, como el hecho de que, en el transcurso de sus estudios, nuestros jóvenes tengan una visión más clara sobre la problemática de estos tiempos y sobre todo que sean consientes sobre su responsabilidad en la búsqueda de soluciones a los mismos.

Christine Schmalenbach: Para mí personalmente es justo el contácto con nuestros estudiantes, ver de cerca sus procesos de aprendizaje y de crecimiento personal y poder acompañarlos y apoyarlos en esos procesos. Otra experiencia enriquecedora e inesperada fue la que tuvimos como equipo de programas psicopedagógicos durante la pandemia del COVID-19. Varios directores de centros escolares con los que colaboramos nos pidieron capacitaciones sobre temas socioemocionales por los retos de la pandemia. Se desarrolló la idea de formar una red de docentes que llamamos RAICES (Red de Aprendizaje Integral en Comunidades Educativas Salvadoreñas). Nos reunimos en línea con docentes que quisieran participar, ofreciendo sesiones de capacitación sobre temas actualmente relevantes como el trauma, el estrés, la motivación escolar, el aprendizaje autorregulado y tuvimos reuniones de grupos pequeños para hablar sobre experiencias, dificultades, ideas, soluciones. Darnos cuenta cómo podemos apoyarnos y animarnos los unos a los otros en una situación en la que muchos se sintieron aislados y desamparados para nosotros fue una experiencia especial.


¿Cuáles han sido los logros hasta ahora?


Ronaldo Hernández: Hemos graduado a 45 jóvenes como profesionales en las áreas de Administración de Empresas y Contaduría Pública y al momento de terminar sus estudios, todos han estado contratados, lo que para su situación familiar puede ser determinante.


Christine Schmalenbach: Hemos desarrollado, implementado y estamos evaluando dos programas pedagógicos con escuelas en nuestro entorno.

Durante la pandemia hemos podido distribuir alimentos y durante las tormentas tropicales lonas de plástico para proteger las casas en las comunidades a nuestro alrededor. Uno de nuestros planteamientos es estar en contacto cercano con las instituciones y personas a nuestro alrededor y poder apoyar con las necesidades que se den.


¿Dónde se han visto los impactos?


Christine Schmalenbach: En la NIU, vemos el impacto por medio de los aprendizajes y la empleabilidad de nuestros estudiantes. Los programas pedagógicos están dando resultados positivos en las evaluaciones científicas que estamos haciendo. Los resultados se publicarán en revistas científicas próximamanete. En cuanto al apoyo que hemos podido dar a personas de las comunidades vecinas durante la pandemia, el único indicador de impacto que tenemos es la gratitud que muestran al recibir el apoyo. Varias personas mencionaron que les llegó en un momento de necesidad muy grande.


¿Cuáles han sido los retos más grandes?

Ronaldo Hernandez: El involucramiento a nivel financiero de actores locales. Hemos presentado nuestro programa a personas de todos los sectores en El Salvador y han sido pocas las personas que han colaborado para que podamos beneficiar a mas jóvenes cada año y desarrollar más programas para las personas al rededor.


Christine Schmalenbach: Realmente es un reto ver las necesidades a nuestro alrededor, tener ideas para mitigarlas, y llegar a nuestros límites por falta de fondos. A la vez estamos muy agradecidos por cada persona y cada institución que se une a nuestro trabajo y a nuestro sueño de contribuir a una transformación social positiva en nuestros entornos.


¿Cuál es la relación que tienen con Alemania?

Christine Schmalenbach: La primera institución alemana que comenzó una cooperación con ACN fue CFI (Christliche Fachkräfte International/ Profesionales Cristianos Internacional), la ONG que me envió a mí como cooperante.


La Embajada Alemana en El Salvador nos ha apoyado con la construcción de un sistema de acuapónicos para apoyar el aprendizaje de agricultura sostenible en nuestros estudiantes y miembros de las comunidades vecinas.


En los proyectos pedagógicos estamos cooperando con investigadores de universidades alemanas - la TU Dortmund, la Universidad de Würzburg y la Universidad de Erfurt.

En el 2020 una gran parte de los donativos para nuestro trabajo ha llegado desde Alemania. Con ellos pudimos, entre otras cosas, también repartir alimentos durante la pandemia y lonas de plástico durante las tormentas tropicales.


¿Cuáles deseos tienen para el futuro de ACN?


Christine Schmalenbach: Que más personas e instituciones se unan a este sueño y apoyen el trabajo de ACN/UIN para que podamos crear más oportunidades para jóvenes en situación de riesgo.


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